Ceremonia de la luz y acción de gracias
¡Momentos que nos llenan de orgullo!
El pasado 2 de junio, se llenó de alegría y gozo el salón Múltiple de la sede Meléndez, alrededor de 450 personas, entre graduandos, docentes y familiares, vivieron uno de los momentos más importantes para nuestros estudiantes, la celebración de la luz, una Eucaristía en honor a los futuros graduandos por su paso en nuestra Institución, que nos llenan de orgullo y satisfacción.
Esa noche, recordamos con fe y alegría, la entrega y dedicación durante su proceso académico y una vez más, ratificamos la misión de nuestra Institución, de formar profesionales íntegros, con valores cristianos, emprendedores y con proyección social.
La ceremonia de la luz es un acto solemne que por años hemos realizado en la Institución, como símbolo de acción de gracias por la culminación de una etapa importante de sus vidas y el festejo de sus logros. La celebración fue oficiada por Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velázquez, Canciller de nuestra Institución, en compañía del rector Pbro. William Correa Pareja.
El Arzobispo invitó en el momento del evangelio a toda la comunidad a poner en servicio de los demás los dones y los carismas que cada uno hemos recibido de Dios y que nuestros estudiantes han venido madurando en UNICATÓLICA. Monseñor afirmó que “Para el que cree en Dios, para el que se ha alimentado de él y para el que ha recibido una formación como la que ustedes han tenido, no hay excusas para no dar frutos de vida, a eso nos invita el señor el día de hoy.”
También recordó cada uno de los desafíos que tuvieron que afrontar en su proceso educativo, tales como: la pandemia, el estallido social y los momentos difíciles durante su proceso académico, los aprendizajes y retos que, a lo largo de su carrera, los ubica y los reconoce como personas resilientes en todo este camino.
Finalmente, se dio espacio para que los asistentes encendieran sus cirios en medio de la oscuridad y se sumergieran en un momento de profunda reflexión a través de la música, recordando las palabras del Señor “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no tendrá tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, Lumen Gentium, luz de las gentes. En un momento en que la oscuridad quiere dominar el mundo, tenemos que ser todos luz de la esperanza y de la fe, concluyó monseñor.
Así es como nuestra Institución, con la satisfacción de una meta cumplida, continúa apostándole a la formación y el desarrollo de profesionales.